lunes, 23 de julio de 2012

Capítulo 5

El suelo tembló, esta vez de manera más violenta.
Detrás de mí, algo gruñía. Intentando mantener la calma me giré lentamente aferrándome a mi espada, pero apenas había empezado a ver lo que tenía detrás cuando algo me empujó con fuerza. Aquel empujón me lanzó unos metros más allá. Tumbada en el suelo, recibí una patada de ese ser, que me hizo caer por pequeño precipicio
Cuando no noté ningún movimiento me levanté como pude. Miré hacia arriba y de pronto lo vi. Dio un saltó y se situó en frente de mí. Cogí mi espada y me dispuse a levantarme, pero en cuanto intenté levantarme el monstruo rugió. Me quedé quieta mirándole, esperando atenta para poder esquivar su ataque, pero me sorprendió ver que no hacía nada.
El monstruo era un reptil de dos metros y medio. Sus escamas eran de un color verde oscuro apenas distinguible debido a la suciedad. Su cabeza  contaba con dos ojos amarillos y tres bocas similares a las de un cocodrilo y estaba coronada con dos cuernos de carnero. Sus extremidades contaban con unas afiladas garras marrones y su cola mediría un metro.
El reptil seguía inmóvil, mirando a todas partes. Me di cuenta de que era ciego. Lamentablemente no había ninguna piedra alrededor que pudiera tirarle para alejarlo. Entonces se me ocurrió una cosa. Cuando antes intenté levantarme se dio cuenta en seguida por que el oído de los reptiles capta las vibraciones del suelo. Únicamente eso... y sonidos agudos. Puede que lograra distraerlo lo suficiente para poder matarlo.
Cogí mi espada con fuerza y chillé lo más alto y agudo que pude. Esto le hizo daño aquel monstruo, lo que me  permitió clavarle mi espada en el pecho. Me aparté rápidamente mientras el monstruo furioso intentaba herirme con sus enormes zarpas. Poco a poco el monstruo se desangraba. Cayó al suelo moribundo. No pude evitar sentir pena por él. Se que me había atacado y que podría haberme matado pero aún así no pude evitarlo. Habían creado a esa criatura, probablemente la habrían encerrado en alguna celda de máxima seguridad, solo. Y luego lo habían trasladado a este desierto para que obligarle a luchar con alguien a quien ni siquiera conocía, sin saber por qué tenía que matarme. Todo eso para acabar muerto. Aunque en realidad siempre había estado muerto.
Recordé lo que iba a hacer antes de que viniera el monstruo, me dirigía hacia la columna de humo. La busqué a lo lejos. Seguía allí. Eché a andar. Si andaba a buen paso podría llegar en una hora.

Me encontraba ya a mitad de camino. La verdad es que se me había pasado rápido el trayecto. Había estado pensando en otra cosa. Recreándome en ese falso recuerdo de una familia ideal. Ahora intentaba imaginarme como sería él. Me imaginaba un hombre fuerte y alto. Tendría el pelo corto y de color castaño. Sus ojos del mismo color me miraban con una mirada divertida. Y después de esa mirada me besaba y me abrazaba. Yo me apoyaba en su pecho. Y me sentía segura allí, quieta, mientras escuchaba los latidos de su corazón. Una lágrima luchaba por resbalarse por mi mejilla.Me sequé los ojos. No llevaba ni un día allí y casi lloro dos veces. Debía controlar eso. No era bueno que me vieran llorar. Sería demostrar demasiada debilidad. Ya la había demostrado con la anterior ''prueba''. Seguro que habían notado la compasión que sentía hacía su creación. Pensando en ello me di cuenta de lo raro que era ese monstruo. Quiero decir que era demasiado... débil. Para empezar era ciego. ¿Quién hace un monstruo ciego? Y aparte de eso al final, después de haberle clavado la espada había sido relativamente lento. Le acababa de clavar una espada, estaría furioso, debería haberme conseguido alcanzar, pero no lo hizo. Y además vencer al monstruo de un solo golpe me hace pensar que no lo habían hecho muy fuerte. ¿Había recortes en el presupuesto del programa? Supongo que podría haber sido porque era solo una prueba. Pero aún así...
Estaba cerca de la columna. Dentro de poco podría ver el motivo del fuego.
Hubo una explosión. ¿En que consistiría mi siguiente prueba para que hubiera explosiones? Me acerqué rápidamente pero algo me detuvo. No podía moverme. Una luz me deslumbró y quedé inconsciente.
Aparecí en mi celda.
¿Por qué me habían sacado de allí antes de que terminara las pruebas?


No hay comentarios:

Publicar un comentario